Destinations
Sucede que me canso de la distancia.
Sucede que paso la mayoría de mi tiempo visitando los distintos lugares del pasado
con esperanza tratando de revivir los mismos sentimientos que me hizo sentir
y buscando el diamante como un minero de carbón desesperado.
La búsqueda de mi vida anterior me hace llorar a gritos.
Sólo quiero sentir la misma felicidad,
sólo quiero no olvidarme de los momentos extraordinarios ni las risas,
ni el entendimiento sin decir nada, ni la paz.
Sucede que me canso de mi cara sin risa y mis labios sin alegría
y mi mente ocupada y mi corazón vacío.
Sucede que me canso de la distancia.
Sin embargo sería lo mejor dejar esta vida de tristeza
ir en un avión para verlo aunque sea sólo por unos momentos cortos
o manejar las miles de millas que nos separan.
Sería maravilloso
ir por las calles con mi mano en la suya
y mirarlo con tanta complejidad como si nunca hubiera visto antes.
No quiero seguir viviendo esta vida sola,
ansiosa, triste, preocupada de la desesperacion,
hacia abajo, en lo hondo de mi cama,
absorbiendo y pensando si todo vale la pena, perdida todos los días.
No quiero para mí demasiada esperanza.
No quiero continuar con las cartas,
con faltas de comunicación, con malentendidos,
dañada, muriendo a causa de mis ilusiones.
Por eso el día sábado fortalece mi corazón como la agua hacia las rosas de la primavera,
cuando tengo la oportunidad de verlo y oírlo como lo recordaba,
y veo sus ojos brillantes mirándome como dos estrellas en lo más oscuro del universo,
y habla de la hora, mañana, el futuro, y siempre.
Y me hace sonreír en el silencio, reír en tiempos de duda,
pensar que sí vale la pena todo,
tenerlo en mi mente y corazón todos los días,
hasta que lo pueda tener en mis brazos algún día, a lo mejor pronto.